LA LEYENDA DEL NACIMIENTO
 
 
     
 

En 1939 la Alemania hitleriana invade Polonia y estalla la II Guerra Mundial. Los germanos arrasan Polonia en pocas semanas y continúan con  Holanda, Noruega, Bélgica, Grecia, Francia. En 1940 Inglaterra se ve seriamente amenazada e inicia un programa de rearme urgente que incluye el envío de una comisión de compras a Estados Unidos con la misión de averiguar si alguna aeronave americana podría ser de utilidad a la RAF.

 Y lo que sigue forma ya parte de la leyenda del Mustang. En abril 1940 la comisión de compras británica, liderada por Sir Henry Self, se reúne en su oficina de Nueva York con Kindelberger para proponerle que la North American Aviation fabricara el caza Curtiss P-40 para los ingleses, como cadena de producción de refuerzo de la Curtiss, que estaba desbordada por la demanda del caza. Al parecer, Kindelberger les contestó con una contrapropuesta: fabricar un caza totalmente nuevo, que remplazara al obsoleto P-40, en el mismo tiempo que se emplearía en poner en marcha la producción del modelo de Curtiss: 120 días. Los británicos aceptaron estudiar la propuesta y Lee Atwood presentó a la comisión el anteproyecto del nuevo avión, obra de Raymond H. Rice, con el diseño realizado por Edgar Schmued. De vuelta a California el equipo de diseño realizó los primeros cálculos y planos preliminares que se enviaron inmediatamente por correo aéreo a la comisión inglesa en Nueva York. El 23 de Mayo de 1940 se firmó el contrato para la construcción del prototipo. Y lo realmente increíble de la historia es que el primer Mustang, el NA-73X, estuvo listo 102 días después de la firma del contrato, aunque no pudo volar hasta el 26 de octubre de 1940 debido a un retraso en la entrega del motor Allison que inicialmente equiparía al aparato

Uno se pregunta cómo es posible que el mejor caza americano de la guerra, y posiblemente el mejor caza de entre todos de los que combatieron en la contienda, fuera diseñado y construido en tres meses. La historia tradicional del nacimiento del Mustang siempre ha impresionado y ha creado una aureola mítica alrededor del avión. Sin embargo, existen algunos detalles que conviene resaltar y que explican en gran manera lo inexplicable.

Dos vistas del prototipo Curtiss XP-46, fuente de inspiración del Mustang.

Para empezar, parece ser que North American había empezado en 1939 el diseño de un nuevo caza, siguiendo la filosofía impuesta por Kindelberger de que la empresa debía concentrarse en la producción de pequeños aparatos monomotores en lugar de grandes aviones multimotores. Por tanto, la idea del nuevo caza no era nueva dentro de la sociedad. Por otro lado, North American, a petición de los británicos, compró por 56.000 dólares en 1940 los datos de diseño y túnel de viento de un nuevo prototipo, el XP-46, que Curtiss Corporation había creado pero que no tenía capacidad para producir en serie debido a la producción del P-40. Algunos autores sugieren que la propuesta real de Kindelberger fue la de comprar el proyecto a Curtiss y desarrollarlo en North American en el plazo indicado. Se arguye en contra de esta versión que cuando esos datos llegaron a North American, el diseño del NA-73X estaba ya muy avanzado y que además la naturaleza de los mismos era deficiente e incluso de carácter “amateur”. Lo cual podría ser creible si no echáramos un vistazo al aspecto de los dos prototipos: realmente el NA-73X, el primer prototipo del Mustang, parece a simple vista una copia refinada y estilizada del XP-46. La palabra copia puede ser exagerada, pero uno debe estar ciego para no reconocer que los detalles básicos de los dos diseños coinciden: la emblemática toma de aire bajo la cabina, la disposición del motor en línea, el tren de aterrizaje y la forma de la cabina son semejanzas evidentes. Finalmente, aunque debamos creer que el diseño no fue responsabilidad enteramente de los ingenieros de North American, es justo reconocer que muchas de las innovaciones fundamentales que se introdujeron en el NA-73X partieron de gente del equipo de diseño de NA, y parece ser que principalmente de un hombre: Edgar Schmued.