OLVIDA A BERNOUILLI
 
 
     
 

El Ángulo que el ala forma con el flujo de aire; ¿qué significa eso?. Para comprenderlo, tienes que volver a la idea simple de cómo un ala consigue volar, cómo se genera la sustentación. Cuando estudiabas los Principios del Vuelo en el instituto, te enseñaron una gran cantidad de teorías fantasiosas sobre el ala de un avión y sobre cómo crea la sustentación. Como piloto practicante, deberás olvidar la mayoría de ellas. Quizás recuerdes el Teorema de Bernouilli: cómo el aire, impactando en el camino más largo por encima del ala, aumenta su velocidad, y cómo al aumentar su velocidad disminuye su presión, y cómo de esta manera ejerce un efecto de succión sobre la superficie superior del ala. Olvídalo. En primer lugar, el Teorema de Bernouilli no es la explicación real, ¡la explicación es tan complicada como un rompecabezas!. En segundo lugar, el Teorema de Bernouilli no te ayudará lo más mínimo durante el vuelo. Aunque es cierto sin duda, normalmente sólo sirve para ocultar al piloto conceptos mucho más sencillos, importantes y útiles.

Quizás también recordarás el concepto tan intelectual de la “circulación”. Cómo (por lo menos hasta cierto punto) el aire fluye alrededor del ala, hacia delante en el intradós y hacia atrás en el extradós; y cómo debido a eso se genera sustentación. Olvida eso también. También es cierto, sin duda, aunque por supuesto es una abstracción; y sin duda es una idea útil para los ingenieros. Para un piloto, sin embargo, es un conocimiento inútil, y puede ser perjudicial si oculta los sencillos y más fundamentales hechos del vuelo.

El hecho principal del vuelo de todos los “más pesados que el aire” es éste: el ala lleva al aeroplano hacia arriba impulsando el aire hacia abajo.

Empuja el aire hacia abajo con su superficie inferior, y tira del aire hacia abajo con su superficie superior; esta última acción es la más importante. Pero el hecho más importante a comprender, es que el ala, de cualquier manera, impulsa el aire hacia abajo. Ejerciendo una fuerza hacia abajo sobre el aire, el ala recibe una contra-fuerza hacia arriba, por el mismo principio (conocido como la ley de la acción y la reacción de Newton) que retrocede una pistola que dispara una bala, y que hace que la boca de una manguera contra incendios sea impulsada hacia atrás tan fuertemente como dispara el chorro de agua hacia delante. El aire pesa; a nivel del mar el aire pesa alrededor de dos libras por yarda cúbica; por tanto, como tus alas empujan hacia abajo yarda cúbica tras yarda cúbica de esa materia pesada, recibe fuerzas de reacción hacia arriba igualmente intensas.

Esto es lo que mantiene un aeroplano en el aire. La ley de Newton lo dicta: si el ala impulsa el aire hacia abajo, el aire empujará el ala hacia arriba. También se puede considerar el mismo hecho desde otro punto de vista: si el ala está llevando hacia arriba al aeroplano en el fluido que es el aire que lo rodea, es sólo porque impulsa ese fluido hacia abajo. Toda la elaborada física del Teorema de Bernoulli, toda la sofisticada matemática de la teoría de la circulación, todos los gráficos que muestran el flujo de aire alrededor del ala, todo eso no es más que una compleja y más detallada descripción de cómo se cumple la ley de Newton. Un ejemplo es la observación muy interesante, pero bastante poco útil (para el piloto), de que el ala realiza la mayor parte del trabajo de impulsión del aire hacia abajo mediante succión y con su superficie superior. Intentar entender el pilotaje de aeroplanos basándote en Bernouilli y Prandtl, es como intentar aprender a jugar al tenis estudiando el comportamiento exacto de las moléculas de caucho de una pelota de tenis cuando ésta golpea la cancha, y cómo se comporta exactamente el cordaje de una raqueta cuando se golpea la bola, ¡en lugar de observar simplemente que la pelota rebota!.