La siguiente discusión explica la causa de algunas ilusiones  ópticas tomadas como referencias visuales del suelo, que se consideran factores  contribuyentes a situaciones de pérdida de control cerca del suelo. Tales  ilusiones no  causan problemas en el circuito de tráfico si el piloto  limita su vigilancia externa a la trayectoria de vuelo prevista y a la  comprobación del tráfico potencialmente conflictivo, mientras mantiene la  revisión apropiada de los instrumentos y una mínima velocidad de seguridad.  Esta última debe ser 1,3 Vs si no se realizan virajes de más de 30º.  Referenciar el circuito de tráfico en determinados puntos del suelo en vez de  en la pista de aterrizaje (es decir: “girar a viento en cola sobre aquel árbol  grande”) puede contribuir a tener falsas referencias del suelo. 
      FALSA DERIVA POR VIENTO 
        
      Cuando la velocidad del viento es bastante alta con respecto  a la velocidad del avión la deriva con respecto al suelo se hace evidente al  piloto operando a baja altura, y particularmente sobre pistas cortas y  difíciles. El diagrama representa la trayectoria sobre el suelo de un avión en  un viraje de 720º (es decir, dos círculos) coordinado, a velocidad, inclinación  y altura constantes, de forma que en el segundo 360º el avión debería  encontrarse con su propia estela del primer 360º (presumiendo que la estela se  haya mantenido al mismo nivel del avión). El movimiento de la masa de aire en  la que el avión está volando es hacia el oeste (es decir, hay viento del este),  y el giro es en el sentido de las agujas del reloj visto desde arriba. Cuando  el avión se situe en la región superior a la línea roja, la velocidad será  menor, y cuando esté situado por debajo de la línea roja, la velocidad será  mayor. La separación de las trayectorias de cada 360º se ha exagerado por  mostrar el fenómeno con mayor claridad. 
      Cuando entramos en el cuadrante sudoeste de los primeros  360º, la velocidad es inicalmente alta, pero se va reduciendo y la deriva que  tiende a alejar del punto central de referencia produce la ilusión de derrape  hacia el exterior del giro. Pasando al cuadrante noroeste, la sensación de  derrapaje desaparecerá en cuanto la velocidad con respecto al suelo (GS)  alcance el mínimo. La velocidad con respecto al suelo empieza a incrementarse a  través del cuadrante nordeste, pero la creciente deriva hacia el punto de  referencia central proporciona una sensación de resbale en el viraje muy  acentuada, alcanzando un máximo cuando el avión entra en el cuadrante sudeste  donde se hace menos patente conforme se incrementa la velocidad con respecto al  suelo. 
      Así, en un viraje de 360º coordinado a velocidad e  inclinación constantes, el avión (y su estela) deriva en la dirección del  viento con respecto al suelo y a la velocidad del viento. Por supuesto, los  instrumentos de la cabina mostrarán una velocidad del aire constante, una  inclinación constante y una bola centrada en el indicador de viraje. Sin  embargo, las referencias del suelo tomadas por el piloto en un viraje a baja  altura, indican incrementos y decrementos de la velocidad del aire alternándose  con incrementos y decrementos de resbale. 
      EL GIRO A VIENTO EN COLA 
      Un piloto inexperto puede tener dificultades en el circuito  a baja altura cuando un avión está virando 90º de viento cruzado a viento en  cola (como en el progreso a través del cuadrante SE en el diagrama superior)  cuando la deriva provoca la sensación de resbalar hacia en interior del giro,  mientras que simultáneamente el incremento de velocidad con respecto al suelo  puede sugerir un incremento de velocidad con respecto al aire. La reacción de  un piloto novato es aumentar la presión hacia abajo sobre el timón. Esto  incrementará el ángulo de inclinación y bajará el morro, y la reacción  consiguiente del piloto puede ser perfectamente aplicar alerón opuesto para  reducir la inclinación mientras   incrementa la presión hacia atrás sobre la columna de control para subir  el morro y posiblemente reducir la potencia para disminuir la velocidad con  respecto al aire. Así el avión tiene los controles cruzados y está volando con  un ada cercano al crítico, con una velocidad decreciente, reduciendo  sustentación y el avión descendiendo con el consiguiente aumento de ada efectivo.  En esas circunstancias hay probabilidades de que el avión entre en pérdida e  inicie un alabeo incontrolado. Las falsas impresiones del viento a favor  parecen aportar más potencial de error si el avión está ascendiendo en un giro  a viento en cola, como se describió anteriormente. 
      Nota: alguna vez puedes leer material que da a  entender que un avión pierde velocidad y puede llegar a la pérdida cuando  giramos de viento cruzado a viento en cola, porque el avión cambia de dirección  relativa con respecto al viento, lo cual por supuesto no tiene sentido. Sin  embargo, aunque un avión sólo entra en pérdida si alcanza el ángulo de ataque  crítico, una combinación de inercia del avión con ráfagas de viento dentro del  circuito pueden provocar que se exceda el ada crítico (ver efectos del viento  en cizalladura más adelante). 
      ALTURA PIVOTANTE Y ALTURA DE INVERSIÓN 
      La altura pivotante es una expresión utilizada por los  defensores de las maniobras ayudadas por referencias en el suelo, tales como  los “ochos entre pilones”. Se trata de la altura determinada sobre el suelo a  la que, desde la línea visual del piloto, el eje lateral extendido de un avión  que esté realizando un viraje de 360º (en ausencia total de viento), apuntaría  a un único punto fijo, de forma que la punta del ala quedaría pivotando  alrededor de ese punto. Imagina un cono invertido con su punta apoyada en el  punto de referencia del suelo y el avión volando alrededor de la circunferencia  de su base invertida mientras mantiene velocidad constante. La distancia  vertical desde el punto de referencia hasta el punto central de la base  invertida es la altitud pivotante, y la distancia desde la periferia de la base  hasta ese punto central es el radio de giro. El ángulo de inclinación es el  formado por la pared exterior del cono y el radio de giro. 
        
      Se puede calcular fácilmente la altura pivotante en  condiciones de viento calma mediante el cuadrado de las TAS en nudos y  dividiendo por 11,3. Así, un avión volando en círculos a una velocidad de 80  nudos tendría una altitud pivotante de (80x80/11,3) 566 pies, idependientemente  de su ángulo de inclinación. 
      En condiciones de viento moderado, la altura pivotante varía  con la velocidad con respecto al suelo. Si el viento viene del norte y el avión  gira al contrario de las agujas del reloj visto desde arriba, la velocidad con  respecto al suelo debería ser menor en el lado este del giro y mayor en el lado  oeste. Estando en el cuadrante norte, el avión derivaría hacia el centro del  giro, mientras que en el cuadrante sur sería derivado hacia el exterior del  giro. No habría deriva en los cuadrantes este y oeste, pero en ellos se  producirían los cambios en la velocidad con respecto al suelo. 
      A 70 nudos de GS, la altura pivotante se reduce a 430 pies,  y a 90 nudos está alrededor de los 700 pies. 
      Por lo tanto, un ejercicio que requiera un viraje de 360º a  velocidad constante alrededor de un punto de referencia en el suelo,  manteniendo la altura pivotante, implica cambios continuos de altura sobre el  suelo para mantener constante la línea pivotante alrededor de el punto de  referencia, más que mantener constante la distancia al pilón. El ángulo de  inclinación debe ser variado constantemente según el viento empuje hacia el  punto de pivote o nos aleje de él. No es un ejercicio fácil, y para hacerlo se  requiere habilidad para maniobrar con exactitud mientras se mantiene una  vigilancia estrecha del punto de referencia en el suelo. Normalmente se  incluyen dos puntos de referencia alejados 5 segundos para una figura de  “ocho”, también conocida como “ocho sobre pilones”. 
      Ahora imagina dos conos, uno superior con el avión volando  en la periferia de su base invertida y el segundo cono por debajo con su base  en el suelo y con su punta conectada a la otra punta del cono superior. La  distancia vertical desde el suelo a través de la intersección de los dos conos  hasta el punto central de la base del cono invertido es la altura del avión. 
        
      Cuando un avión esta virando a la altura pivotante en  condiciones de viento calma, la punta del ala parece estar fijada en un punto  único en el paisaje, pero cuando se vira a cualquier otra altura, la punta del  ala parecerá moverse por el paisaje. Cuando un avión esta virando a una altura  mayor que la pivotante, lo normal en un vuelo típico, la punta del ala parece  moverse hacia atrás en el paisaje (trayectoria A en la figura). Sin embargo,  cuando un avión vira a un altura menor que la altura pivotante (muy cerca del  suelo) la punta del ala parece moverse hacia delante sobre el paisaje  (trayectoria B en la figura). 
      Así, cuando un avión virando en descenso baja por debajo de  la la altura pivotante, se produce una aparente inversión en el movimiento de  la punta del ala sobre el paisaje de atrás hacia delante, lo cual es la causa  por la que la altura pivotante se conoce algunas veces como altura de  inversión. Esta es la razón por la que la ilusión de inversión del movimiento  puede causar problemas a pilotos inexpertos durante el giro final de  aproximación para aterrizar, porque en ese giro se puede cruzar la altitud de  inversión (a 50 nudos de GS la altura de inversión está sobre los 200 pies, a  60 nudos es de 300 pies y a 70 nudos es de 400 pies). 
    Si el avión está en un viraje inclinado por debajo de la  altura de inversión, y si el piloto mira por debajo de la punta de su ala,  el/ella puede tener la impresión de que el avión no esta virando y puede  aumentar la presión hacia abajo sobre el timón para que la punta del ala  parezca moverse hacia atrás durante el giro (el movimiento normal). Esto  causará una guiñada y el morro del avión descenderá, por lo que la reacción del  piloto será aplicar presión hacia atrás sobre la palanca. Baja velocidad,  excesivo timón hacia abajo y presión hacia atrás sobre la columna de control,  esos son los requisitos para la pérdida y el alabeo incontrolado hacia el ala  inferior (y una incipiente barrena). Todos los pilotos deberían familiarizarse  con esta ilusión óptica y saber que la deriva del viento la acentúa (el viraje  de aproximación final es probablemente la maniobra con referencia en el suelo  más importante que un piloto de recreo realiza regularmente).  |